Los seres humanos diariamente despertamos para saborear la realidad de lo que nos amerita vivir, con sabor amargo, dulce, agrio, agradable. La vida nos ofrece realidades para saborearlas, recordarlas, añorarlas, mejorarlas, comentarlas y madurar nuestra existencia.
La reflexión de lo vivido y lo que existe nos hace grata la existencia, meditamos para recordar el pasado, lo que somos, las aspiraciones y la historia que se convierte en relato para ser recordada con meditación profunda, nostalgia, vivencias, realidades e imaginación picaresca a veces.
Se convierte el relator (a) en un depositario del tiempo y lo vivido, en un referente de la existencia, para relatar, contar o narrar sin olvidar que se puede hacer relación de un proceso que requiere refuerzo de lo expresado.
La existencia humana hace de la vida un relato puesto que refiere, cuenta, redacta o narra. Se concientiza que la acción de relatar, referir, contar o narrar se convierte en el sano interés del lector u oyente para empeñarse en el entusiasmo y la emoción de conocer la expresividad del escritor quien con entusiasmo y emoción se remonta en el tiempo para plasmar lo vivido y sentido en el mundo que lo rodea.
Con técnica y estética el escritor cursará el espacio que nace hoy como Plataforma Digital de Relatos Esmeraldeños al que gentilmente he sido invitada a sustentar la renovación y embellecimiento de juicios que honran la historia de nuestra Esmeraldas, sustentando con aplomo lo que el mundo encierra en el entorno vivificante de lo que vivimos. Mi gratitud muy sentida compensa el afán de aportar modestamente al enriquecimiento de las letras y el saber.
Nuestro castellano nos enriquece y logramos concebir la verdad, la fantasía creativa del escritor que engalana las páginas para lectores devotos del noble estudio de toda disciplina inspirada en el ir y venir de cada día basados en el noble conocimiento y estudio inspirado en las bellezas del mundo que nos rodea, en la realidad existente, matizada la escritura con la belleza del idioma.