En la frontera de norte del Ecuador, en Esmeraldas, se conservan los saberes ancestrales como endulzar con mil de caña. Allá vive nuestra guardiana de vida, Matilde Mercado Ayoví.
El machete se mueve con la fuerza y sutiliza que Matilde Mercado Ayoví así lo impone. Ya son 40 años haciendo lo mismo. Sus movimientos son casi mecánicos y los cortes sobre la caña de azúcar tienen la precisión de cirujano. Ni los mosquitos y el lodo pantanoso impiden que la mujer de piel negra, de criterio firme y mano endurecidas, todos los días vaya en su canoa hasta el cantero.
No califica como duro su trabajo, pero, entre risas comenta que una mujer de la ciudad, “de esas señoras de oficinas, no podrían hacer lo que yo hago acá”, comenta un poco orgullosa, mientras lanza una caña al montón que está apaliando que luego lo llevará, en su canoa, hasta donde está el trapiche eléctrico para extraer el jugo y tras fermentarlo para conviertirlo en guarapo.Le invitamos mirar el vídeo de cómo trabajan las mujeres del campo.
Matilde recuerda que no siempre usó el trapiche eléctrico. En sus inicios eran unos dos troncos grandes que al juntarse daban vuelvas y entre los dos macizos se introducía la caña. Lograr que el trapiche girara dependía de la fuerza bruta de buey o el burro, pero cuando los animales se ponían resabidos, ella y los otros trabajadores tenían que amarrarse las cuerdas y dar vueltas en círculo, tal como lo hacían las bestias.
Todo ese oficio no le avergüenza, mas bien dice que la llenó de orgullo y valentía, debido a que aprendió a trabajar fuerte la tierra, a respetar a los animales, naturaleza y darle el valor a cada dólar que se gana. En su día a día nuestra guardiana de vida, Matilde Mercado Ayoví, extrae la caña, va a la molienda, ayuda preparar cocada, miel de caña, sonríe, se enoja y se baña en el río.
Ella no está sola en la tarea. El grupo de mujeres de la comunidad de ‘El Capricho’, de la parroquia Borbón, cantón Eloy Alfaro de la provincia de Esmeraldas, frontera norte del Ecuador, realiza actividades similares. Todas se muestran orgullosas de su oficio que les ha permitido mantener los saberes de sus abuelos y conservar tradiciones como endulzar sus jugos con la miel de la caña y trabajar en comunidad.
Las emprendedoras apuestas a la exportación de sus cocadas de chocolate, manjar… también del guarapo y la miel de caña. Para llegar a la comunidad de El Capricho, se tiene que navegar durante 5 minutos por el río Cayapas. El punto de partida es la ciudad de Borbón. Para pedidos se puede llamar al: 09 89 55 69 66.
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Mire la galería fotográfica del trabajo la comunidad de El Capricho