En la niñez de Rosa Tejada, la pobreza y la felicidad la rodeaban. Ella es parte los nativos del cantón Eloy Alfaro, parroquia Limones, junto a la frontera norte del Ecuador que colinda con el vecino país de Colombia. La esmeraldeña recuerda con muchísimo orgullo como cuando era niña jugaba junto al río con sus amigos, pero también tiene tiene varias anécdotas que la pobreza le hicieron vivir de manera directa.
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La vida de Rosa está relacionada con la educación y el pueblo afro. La mayoría de sus atuendos están vinculados con el pueblo afroecuatoriano, con lo cual se identifica. Actualmente es profesora y también fomenta la educación. Es una defensora de la Negritud y de los derechos humanos, igualmente motiva a otras mujeres al sentido de pertenencia de su territorio y autovalorarse.
Rosa Tejada es de las que sonríe con facilidad y no duda en dar un consejo a quien se lo pide, incluso se toma el tiempo para sugerir a los niños a respetar la naturaleza y todo el entorno que los rodea. Ella se crió con su abuela, por esa razón el amor filial lo resalta como uno de sus valores. Asegura que es una mujer feliz y que sueña ver un pueblo negro más vinculado y, con una mejor equidad en todos los aspectos. También destaca que la historia del pueblo negro debe ser contada por el mismo pueblo negro y no por otros, ya que fueron los negros que vivieron de manera directa la esclavitud y otros actos discriminatorios que marcaron la historia de ellos.