Todos los días en la casa de la esmeraldeña Érika Mideros se escucha el sonido de la marimba, el bombo y el cununo. Un grupo de niños, adolescentes y jóvenes de los barrios periféricos del sur de la ciudad de Esmeraldas, ubicada al norte del Ecuador, se juntan en este espacio cultural donde la mujer de piel negra, identidad afro y fácil sonrisa les da razones para que prefieran sus costumbres y tradiciones afro, antes que los géneros musicales o costumbres extranjeras.
El 2 diciembre del 2015 la marimba fue declarada por la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad. En el mismo año, desde enero, está vigente el Decenio de los afroecuatorianos, con los cual se busca crear políticas y acciones afirmativas que ayuden a los afros que, en el caso del Ecuador, representan el 7,2% de su población (Censo del 2010).
Los alumnos de Érika, quien siempre suele tener un turbante en su cabeza en el día a día aprenden a entonar la marimba, el cununo, el bombo y a danzar la marimba que tiene coreografías cómo: Caderona Andarele, Bambuco, Torbellino entre otras. La enseñanza también incluye historia del pueblo negro.
Érika Mideros, con 18 años en el ámbito cultural, es de las que sueña con tener en su casa o en un espacio distinto un conservatorio donde se hable a profundidad sobre todas las costumbres y tradiciones del pueblo afro, un pueblo que viene conectado con la esclavitud, pero que en el caso de la provincia de Esmeraldas, tuvo sus primeros negros libertos, entre ellos Alonso de Illescas considerado por el Congreso del Ecuador como Héroe nacional.
En la ciudad de Esmeraldas, la Casa de la Cultura tiene registrada a 14 agrupaciones folclóricas: Jolgorio, Cuero Son Y Pambil, Africa Negra, Tierra Verde, Presencia Negra, Tierra Negra de Esmeraldas, Raíces del Pacífico, Cultura Divina, Raíces Negras, Perla Verde, Raíces del Manglar, Crecer, Manglar, Canutos y Chonta. En el listado están, además, la cantoras de arrullos y chigualos, Rosa Wila
Erodita Wila, Eustaquia Nazareno y Gertrudis Quintero.