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El encocao rompe colchón con sabor a Esmeraldas

Esmeraldas mantiene la tradición oral que le permite conservar el mismo estilo y ‘secreto’ para preparar sus alimentos.

En pleno casco urbano de Esmeraldas, entre las calles Sucre, Mejía y Manuela Cañizares, se encuentra el acogedor comedor “Encocaos de Dana Paola”. Este espacio pequeño, cálido y que durante la preparación de los alimentos se aromatiza con las especias que se le coloca en a la comida, es donde se degusta el encocao rompe colchón.

Cada plato está elaborado al combinar los encocaos de camarón, calamar, langostino y pescado. De acuerdo con Paola Cangá, cada encocao mantiene la tradición esmeraldeña, que va desde lavar y aliñar -adobar con diferentes condimentos- cada presa que se va cocinar, hasta colocarle en los momentos estratégicos algunas especias como la chiyangua.

Cada plato, valorado en cuatro dólares, siempre va acompañado del plátano verde.  La creadora del rompe colchón, dice que ese nombre nació de la recomendación de un amigo al momento de buscar cómo promocionar su local. Según algunas creencias del pueblo afroecuatoriano, el encocao está relacionado con lo afrodisíaco, de ahí la relación del nombre, ya se piensa que luego de comerse un encocao aumenta el deseo sexual.

Le invitamos a mirar la entrevista a Paola Cangá

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Secretos revelados

Además del famoso «Rompe Colchón», el menú de “Encocados de Dana Paola” incluye una variedad de platos que destacan los sabores típicos de la región. Entre los favoritos están los encocados de pollo ahumado, chancho ahumado, chuleta ahumada. Cada bocado recuerda la riqueza culinaria de Esmeraldas y su herencia cultural.

Para quienes buscan opciones matutinas, el comedor también ofrece desayunos tradicionales como bistec de carne con patacones, patacones con huevos fritos y queso, y el popular tigrillo. Este lugar se ha convertido en un punto de encuentro para disfrutar en familia y mantener vivas las tradiciones esmeraldeñas.

Durante nuestra visita, Paola le compartió a nuestra embajadora con Propósitos, Mary Velásquez, algunos de sus secretos para hacer sus encocaos. Previamente, destacó que este amor a la cocina nació de su madastra, quien le enseñó hasta cómo preparar correctamente un seco de pollo. “Al principio, hasta el arroz se me quemaba”, comenta entre risas la amable esmeraldeña, quien, además, es Ingeniera en Administración de Empresa.

“El buen encocao esmeraldeño tiene que ser espeso, no aguado”

Su primer secreto es que al licuar el coco se lo haga con agua o lecha tibia para arrancarle la grasa al coco, otro truquito, es hervir las cascaras con cebolla, pimiento, sal y paprica, luego de hervir se lo licua y usa ese batido como base del encocao, “ahí van dos toques más, pero es mi secreto que no les diré porque después me lo copian y me banquean (dejan sin trabajo)”, precisó la cocinera de la comida esmeraldeña. Para pedidos o reservaciones, puede contactarla al: 09 39 0631 94.

Paola Cangá junto con Mary Velásquez, embajadora con propósitos de Relatos Esmeraldeños.
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Chiyangua esmeraldeña.

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