El cantón Quinindé lo vio nacer y también morir. Sus coplas y poesías las llevó a varias provincias de Ecuador y el mundo.
Walter Jacinto González Tenorio, era su nombre. Pero todo el pueblo lo conoció como ‘Jalisco González’, el poeta autodidacta. La décima y la copla eran su pasión. Su poesía la enfocó en la realidad social de los pueblos negros de América.
Nació el 12 de marzo de 1942 en el cantón Quinindé, situado en la zona centro-sur, de la provincia de Esmeraldas, Ecuador. De padre colombiano y madre esmeraldeña. Heredó sencillez, humidad y adquirió sabiduría al leer cada libro que alcanzaban sus manos, al analizar cada episodio de su vida y de su entorno hasta convertirlos en coplas o poesía.
Por más de 30 años se dedicó a investigar la historia del cantón Quinindé, su origen y cultura convirtiéndose en un rescatista de la tradición oral esmeraldeña. Hablar con él, era como abrir un libro para conocer sobre los primeros quinindeños, los ríos, producción y las enfermedades que azotaron a los habitantes del cantón palmicultor.
Siempre con la sonrisa
Entre su legado estaba transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones. La poesía la llevó a las escuelas para en un futuro sumar el número de poetas.
Jalisco González, de mediana estatura, delgado, piel negra, sonrisa amplia y con un tono de voz propio de los afrodescendientes, afirmaba que desde 1534 llegaron los primeros negros a Quinindé, pero la historia registra que fueron los cayapas, ahora chachi, los primeros pobladores de la zona. Con esta afirmación discrepaba el poeta.
También aseguraba que la producción de caucho hizo que llegaran negros colombianos, especialmente de Tumaco, y de otras poblaciones del vecino país a trabajar en Quinindé. La enfermedad de la buba, parecida a la lepra, que afectó a los negros, la conoció de sus antepasados.
Walter Jacinto González, quería vivir hasta los 90 años, porque hasta edad, ya habría ampliado sus conocimientos, pero murió el 6 de diciembre de 2019, cuando tenía 74 años de edad. Un quebranto en su salud lo llevó al hospital Padre Alberto Buffoni, de Quinindé, donde falleció.
Los reconocimientos
El camino poético de Jalisco González lo hizo merecedor de varios reconocimientos. En 2014 la Casa de la Cultura de Esmeraldas, le entregó la ‘Marimba de Oro’, máximo galardón para los gestores culturales de la provincia.
En 2019, el Municipio de Quinindé, en la administración de Carlos Barcia Molina, fue homenajeado por el rescate y cultor de la tradición oral esmeraldeña. Bailaba marimba y tocaba algunos instrumentos de la música negra.
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