El ‘diga’ y ‘ve’ eran parte de la identidad cultural de los esmeraldeños durante las conversaciones.
La migración del campo a la ciudad, el roce social con los citadinos y el pasar de los años, son algunas de las razones para que muchas frases y palabras del vocabulario ancestral esmeraldeño estén desapareciendo, sobre todo en la ciudad de Esmeraldas, zona norte de Ecuador.
No obstante, en sectores rurales de la provincia verde, aquel modismo tan particular del esmeraldeño (gentilicio de Esmeraldas) al referir algo o hablar con otras personas, aún lo mantienen, sobre todo las personas adultas mayores.
El escritor esmeraldeño Edgar Allan García, en su libro titulado ‘Diccionario de Esmeraldeñismos’, recoge palabras y frases que poco a poco están desapareciendo y por ende las nuevas generaciones desconocen su significado.
Nelson Estupiñan Bass también se sumó
Se pueden considerar como una cadena de palabras que los hijos escuchaban de los abuelos, de los padres, de los vecinos y que con el pasar de los años esta cadena se va cortando y con ello va muriendo el recurso verbal intangible de la ancestralidad.
Nelson Estupiñán Bass fue un narrador, poeta, ensayista, diplomático y periodista esmeraldeño.
El término ‘diga’ era parte de la identidad de los esmeraldeños, y se usaba para asegurar o negar algo: ejemplo. Esmeraldas es chévere ¿Diga? El diga que originaba de “Dígame usted”; como de dónde voy a sacar tanto dinero, dígame usted. Sin embargo, en la actualidad el diga se reemplaza, por cierto, o es verdad.
Así como Edgar Allan García plasmó el Diccionario de Esmeraldeñismos, el escritor y poeta Nelson Estupiñán Bass, en su libro Timarán y Cuabú, también recoge voces de poco uso.
Fuente: Diccionario de Esmeraldeñismos
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